Sociohistóricamente todas las tareas navideñas han sido y son feminizadas, con frases como “ella envuelve los regalos que tiene mejor mano”, “cómpralo tú que te sabes las tallas de toda la familia”, “hazlo tú que lo dejas al punto”, “ella lo trae”, “la tía lo cocina”, “la abuela se encarga"...
Cuando yo era pequeña, en el barrio donde me crie, me vienen a la cabeza tres madres de amigas a las que si existiera máquina del tiempo acompañaría a denunciar. Le llevaría una olla de sopa a esa vecina. Aplaudiría a las primeras divorciadas, pioneras en llevar para adelante, trabajo, casa y cicatrices del maltrato
El miedo a envejecer se nos mete bajo la piel desde bien pequeñas por todos los frentes: no hay “barbis” con canas o arrugas, con las tetas caídas o varices. Nadie quiere ser abuela, nadie quiere ser mayor o al menos nadie quiere que se le note
Cuando el mejor de los tratamientos para toda nuestra fatiga es el REPOSO, las mujeres, tengamos más o menos cargas domésticas o tengamos o no personas dependientes y/o menores a nuestro cargo, solemos sonreír. Mueca de la boca que en palabras se traduce en un “es imposible esto que me manda, mire usted”
Con clara referencia a esos seres azules de un bello país lejano, este principio viene a señalar el encorsetamiento de lo femenino en las obras de ficción en un único e irreal modelo: solo preocupado por su físico y siempre dependiente de los varones del grupo
¿Qué pasaría si hubiese una compresa en todos los botiquines? ¿Qué pasaría si la próxima vez que tuviera que pedirle una compresa a una compañera la recibiese como si no fuera un secreto? ¿Qué pasaría si la próxima vez que empezase a sangrar en mi puesto de trabajo supiera que “tengo las bragas cubiertas"?
En una sociedad donde se te felicita por adelgazar, es muy fácil caer en una espiral de autoflagelación y obsesión corporal. La relación con la comida puede ser un auténtico infierno donde echar a arder todo, incluso a ti misma
A partir de la revolución industrial, los coches se han convertido en el medio de transporte por antonomasia. Pero, desde el primer modelo de Henry Ford al último modelo Tesla, los coches, como cualquier producto sano del patriarcado, están principalmente diseñados por y para ellos
La falta de un autoconcepto objetivo, la autoestima mermada, la carencia de confianza, la inseguridad desproporcionada o el atribuir nuestros “sobresalientes” al factor suerte o minimizarlos son objetos y síntomas de este fenómeno psicosocial que afecta especialmente a las mujeres
Cuando la educación sexual recibida son las representaciones pornográficas es el momento en el que desconectamos de la sexualidad real y caemos en la peligrosa trampa de una sexualidad machista en la que las mujeres somos consideradas meros objetos de consumo para el placer masculino
El dominio y el poder son una cuestión puramente social. A pesar de que la historia que nos han contado hasta tiempos muy recientes aparece marcada casi exclusivamente por el dominio masculino, lo cierto es que ya desde la Antigüedad existieron mujeres con enorme relevancia pública