REDES SOCIALES Y MANIPULACIÓN

REDES SOCIALES Y MANIPULACIÓN

Por Carmen Frutos Aragóngraduada en ciencia política y administración publica, máster en estudios interdisciplinares de género y en prevención de maltrato y violencia de género

En las redes sociales llevan un tiempo circulando palabras como gaslighting, love bombing, benching y otros muchos anglicismos que hacen referencia a distintos tipos de manipulación en las relaciones interpersonales.  

Uno de los más conocidos es el gaslighting o luz de gas. Dicho término procede de la película clásica de Hollywood Gaslight, en la que un hombre manipula a su mujer para que crea que está loca y así robar su fortuna escondida. Él esconde objetos (cuadros, joyas) haciéndole creer a su esposa que ella ha sido la responsable, aunque no se acuerde de ello. El gaslighting o luz de gas es un patrón de abuso emocional en el que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Puede llegar a tener los siguientes efectos sobre la víctima:

Dudas sobre su capacidad para recordar, incluso cosas que no sucedieron.

Dudas sobre el propio raciocinio, lo que lleva a la víctima a no confiar en su capacidad para razonar y tomar decisiones, por lo que buscará ayuda en el criterio de los demás y sobre todo en el de su manipulador.

Dudas relacionadas con su propia salud mental, ya que la víctima asume que tiene un trastorno psicológico que explicaría sus reacciones emocionales poco adecuadas o sus maneras de pensar alejadas de la realidad.

Poca autoestima, ya que la persona afectada deja de confiar en sí misma, lo cual conduce muchas veces a que tome un rol de sumisión frente al manipulador.

Seguro que os suenan ejemplos como: “estás loca” “eso nunca ha pasado, ponme un ejemplo” “te obsesionas con todo” “no te pongas así, es solo una broma”. Cuidado, porque pueden ser muestras de una relación marcada por la luz de gas. 

El término “love bombing” o bombardeo de amor, por su parte, fue acuñado por primera vez en los años 70 por los miembros de la Iglesia de la Unificación para referirse al hecho de que sus miembros siempre estaban sonriendo. Sin embargo, fue popularizado años más tarde por varias intelectuales, como la antropóloga Geri-Ann Galanti y la psicóloga Margaret Singer para describir las estrategias de manipulación que utilizan las sectas coercitivas para captar a nuevos adeptos, yendo a por la parte más débil del individuo, su baja autoestima, y alimentándola con buenas palabras y cumplidos, de tal forma que se sienta mal si quiere abandonar la secta. Actualmente este término se ha trasladado a las relaciones interpersonales más cotidianas. 

Esta estrategia de manipulación consiste en demostrar atención y afecto de manera constante al principio de la relación. El manipulador puede ser muy detallista, hacerte regalos, colmarte de halagos con la intención de ganarse tu confianza. Después de esta fase idílica, el bombardeo de amor acaba, lo que es muy frustrante y desconcierta a la víctima. Con el tiempo esta dinámica hace que la persona manipulada busque una recompensa emocional en su manipulador, buscando de nuevo el afecto que había recibido.

Seguro que os suena este ejemplo: después de una fase que se parece a una luna de miel, si la persona manipulada hace algo que no agrada al manipulador, como por ejemplo salir con amigas, la persona manipuladora, contestará cortante, cada mucho tiempo, no dará afecto físico etc. para que, de esta manera, la persona manipulada sienta culpa y termine cancelando esa salida. 

 

Las consecuencias de la manipulación

Otro término ligado a la manipulación en redes sociales es el de benching, traducido como "estar en el banquillo", que hace referencia a dejar a una persona “en la reserva” por algún tipo de interés concreto. Este tipo de beneficio puede ser sexual, sentimental, laboral, económico... Las nuevas tecnologías permiten mantener contacto con varias personas a la vez sin apenas esfuerzo y sin interacción cara a cara o física, disminuyendo la carga de conciencia ante un comportamiento así. Sin embargo, aunque esto puede haberlo intensificado con las redes sociales e Internet, todas hemos conocido a lo largo de la historia muchas historias que corresponden a este tipo de manipulación, como la eterna guerra entre la mujer y la amante. Este tipo de manipulación puede producir principalmente baja autoestima por sentirse la víctima reemplazable, “poca cosa”, no sentirse completa o suficiente, etc.

Otro término muy parecido y que muchas veces estas relacionado es el de  breadcumbing o “miga de pan", la táctica que utilizan las personas que envían las señales mínimas, demostrando que siguen ahí, dando esperanzas a la otra parte de que siguen en una relación amorosa/ amistosa, pero sin implicarse con mayor compromiso. Esto hace que la persona manipulada mantenga la ilusión, esperando que algún día vaya a más la relación. La situación es dolorosa porque genera dolor y frustración de haberlo intentado todo y no conseguir nada.

 

En este otro artículo ahondamos en cómo el control y la violencia en redes sociales puede llegar a convertirse en una verdadera jaula digital para las mujeres que los sufren: https://perifericas.es/blogs/blog/la-jaula-digital-control-y-violencia-en-la-era-tecnologica

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