Y LAS NOMINADAS A MEJOR DIRECTORA SON...

Y LAS NOMINADAS A MEJOR DIRECTORA SON...

Por María do Carme Martínez Baleirón, historiadora y autora de materiales didácticos con perspectiva de género y enfoque interdisciplinar

La infrarrepresentación de las mujeres cineastas y su escaso reconocimiento público resulta evidente. Es por ello que, en numerosos casos, actrices que han triunfado con la interpretación han decidido invertir como productoras en los proyectos en que participan para poder tomar decisiones en torno a sus personajes y no reproducir repetidamente papeles insignificantes.

Reese Witherspoon, durante un discurso en los premios Woman of the Year de Glamour en 2015, dejó constancia de que la vieja cantinela de que el público no quiere ver cine hecho por mujeres hace tiempo que dejó de ser cierta. En pocos minutos demostró, con cifras de recaudación en caja y audiencia, el éxito que pueden tener en la industria las directoras y productoras. Para poder llegar a ese momento, Witherspoon ha tenido que arriesgar su patrimonio personal para poder producir el cine en el que creía, cosa que no se ven obligados a hacer sus compañeros masculinos.

Lamentablemente, el suyo no es un caso aislado, sino que se repite como un patrón, pues las mujeres, tradicionalmente, más allá de ser actriz de reparto, script o directora de casting, han tenido en la industria cinematográfica poco acceso a cargos que requieren dotes de mando, como pueden ser los de dirección y producción. Por supuesto, han accedido así a mucho menos reconocimiento y visibilidad que sus colegas varones, tanto por parte de la prensa especializada como por las academias, sindicatos y festivales.

La actriz Geena Davis también detectó la distorsión de la realidad que el cine manifiesta y promueve en relación a las mujeres, y por ese motivo creo hace ya 20 años el Geena Davis Institute, con la finalidad de estudiar y cambiar la representación sesgada del colectivo LGTBQ y de las propias mujeres en la industria audiovisual, tratando además cuestiones como la diversidad cultural, la inclusión, la gordofobia o el edadismo.



Recomendaciones de cine hecho por mujeres

Entonces, si las mujeres tienen buenas ideas, las ejecutan bien, tienen éxito en crítica y taquilla… ¿Qué es lo que sigue fallando en la industria del cine respecto a ellas? Si demuestran ser brillantes gestoras de presupuesto, ¿cómo es posible que una industria tan centrada en las ganancias les dé la espalda continuamente, máxime cuando vemos a directores hombres repetidamente calificados de “genios” que en numerosas ocasiones han hecho perder enormes sumas a las productoras?

Hagamos un pequeño experimento: cerremos los ojos e intentemos decir diez nombres de mujeres cineastas... Me encantaría que tardásemos apenas unos segundos en poder hacerlo. Y es un hecho que existen (suponen en torno al 4% en Hollywood). Curiosamente, esa minoría reúne un nivel de calidad muy alto, pese a la inmensa cantidad de trabas que merman su acceso a la creación todavía hoy en día.

La industria de Hollywood nos presenta un gran abanico de directores varones que alcanzaron su esplendor en el siglo XX y, ya en sus horas bajas, rehúsan bajarse de su pedestal de dioses olímpicos. No citaré sus apellidos para no darles un espacio innecesario y un poco inmerecido. Sí enumeraré, en cambio, una variada lista de películas hechas por mujeres de la que echar mano un día que nos apetezca no repetir con los señores de siempre:

-La verdad sobre el caso Savolta (Pilar Miró, 1979, true crime).

-Big (Penny Marshall, 1988, comedia).

-Wayne’s World (Penelope Spheeris, 1992, comedia).

-Boys don’t cry (Kimberly Pierce, 1999, LGBT).

-American Psycho (Mary Harron, 2000, psycho killer).

-Mi vida sin mí (Isabel Coixet, 2003, drama).

-En tierra hostil (Kathryn Bigelow, 2008, bélica).

-Tenemos que hablar de Kevin (Lynne Ramsay, 2011, drama).

-Toni Erdmann (Maren Ade, 2016, drama).

-Loving Vincent (Dorota Kobiela, 2017, arte).

-Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017, superhéroes).

-Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma, 2019, histórica).

Y para finalizar, o para empezar, la genial serie documental, que os recomiendo visualizar con un cuaderno de notas al lado, Women Make Film: A New Road Movie Through Cinema, de Mark Cousins.

La representación de la sexualidad femenina en el ámbito audiovisual suele realizarse en base a parámetros propios de la mirada masculina, una consecuencia más de la escasez de mujeres cineastas en el sector: https://perifericas.es/blogs/blog/sexo-en-la-pequena-pantalla-nos-representa-a-las-mujeres
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