HOY LEEMOS "EL PAÍS DE LAS MUJERES"

HOY LEEMOS "EL PAÍS DE LAS MUJERES"

Por Rebeca Santamarta, comunicadora y protocolista, actualmente en formación en marketing digital. Madre y defensora de una crianza respetuosa, en comunidad y feminista 

Gioconda Belli, que acaba de recibir el Premio Reina Sofía de Poesía, es una escritora nicaragüense que lleva años militando en política, lo que le ha costado recientemente la nacionalidad de su país natal. Dentro de su lucha por la democracia, este año acudió a la Feria del Libro de Madrid para leer un manifiesto en defensa de la libertad de expresión junto a otras personalidades del mundo literario.

En 2010, Belli publicó El país de las mujeres, una novela que presenta una llamativa propuesta: que la política ponga en el centro de la vida la felicidad de la ciudadanía, mediante lo que ella llama “el felicismo”.

La historia transcurre en el país imaginario de Faguas, en el que reinan la corrupción y la pobreza, y que un grupo de mujeres comprometidas quiere transformar a través del recién fundado Partido de la Izquierda Erótica, PIE, con el que se presentan a las elecciones a la presidencia.

Gioconda elabora este relato desde la necesidad de una revolución que cambie el mundo con políticas que cuiden el país como lo haría una madre. Cuidar y limpiar se encuentran en la base de un programa electoral que, aunque parece una vuelta a los roles tradicionales, es en realidad una reivindicación de la maternidad y el cuidado como punto de partida para reclamar que, lo que siempre se consideró como las debilidades de las mujeres, son en realidad las fortalezas que permitirán transformar a la sociedad desde su base, pues hoy en día, como afirma la novela, “el mundo del trabajo no se adaptó a nosotras, está pensado para hombres que tienen esposas”.

Bajo estas premisas, a lo largo de sus páginas, la novela va respondiendo a la pregunta de cómo es posible que sigan pasando los años y las reivindicaciones feministas no logren materializarse. Una de estas causas está en la penalización que aún supone la maternidad en todo el mundo para las mujeres y que ya es la razón del envejecimiento social en los países occidentales.

Viviana es la protagonista de esta historia, una periodista y madre, que harta de las injusticias de las que es testigo, decide, junto a un grupo de leales amigas, formar el Partido de la Izquierda Erótica (PIE) y hacer frente así a los partidos tradicionales y darle un futuro a su país. Gracias al estupor por el nombre del partido, logran llamar la atención y conseguir un espacio en medios que aprovechan para expandir su mensaje y su programa basado en el “felicismo”.

 

Las mujeres actuando como mujeres

Si bien el PIE solo busca con sus políticas la igualdad real de la mujer, es una propuesta sorprendente de su programa la que levantará las críticas y temores de cierto electorado. El proyecto de las dirigentes es más revolucionario de lo que la población se espera y se basa en el principio de la sororidad, que ha sido siempre determinante en las sociedades para el refugio de las mujeres, para lograr un espacio compartido de confianza y seguridad. El libro apunta que para defender la igualdad es necesario un tiempo en el que las mujeres gobiernen sin hombres, para empoderarse y actuar como mujeres, no bajo el abrigo y comportamiento masculino; se trata, en definitiva, de un poder femenino de las mujeres, que no sea el reflejo del de los varones.

La novela reflexiona, de esta manera, sobre cómo los cambios de roles pueden ser la puerta a la mejora de la sociedad y sobre cómo las mujeres debemos dejar de arrepentirnos por haber nacido mujeres y luchar por cuantos obstáculos nos presenta la vida en el hogar, los estudios, el trabajo y los derechos fundamentales en todo el mundo.

El PIE consigue gobernar en Faguas limpiando las calles y cuidando a su ciudadanía. ¿Una propuesta similar sería posible en este mundo capitalista dominado por un patriarcado que no avanza en derechos para las mujeres? Volvemos a tener elecciones a la vista y como feministas necesitamos apostar por nosotras mismas y por propuestas reales que nos tengan en cuenta como la mitad del censo que somos, y no un como colectivo al que contentar.

Annie Ernaux es otro ejemplo de escritora que ha visibilizado la experiencia femenina a través de su obra: https://perifericas.es/blogs/blog/annie-ernaux-una-vida-a-traves-de-la-escritura
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