HOY LEEMOS "10 GRITOS CONTRA LA GORDOFOBIA"

HOY LEEMOS "10 GRITOS CONTRA LA GORDOFOBIA"

Por Alejandra Neira, pedagoga especializada en igualdad e inclusión con perspectiva de género, con experiencia en proyectos coeducativos e intervención con mujeres en situación de violencia de género y/o en riesgo de exclusión social

En una sociedad donde la imagen y la apariencia ocupan un lugar destacado, es fácil encontrarse inmersas en un remolino de pensamientos sobre nuestro propio  cuerpo. Desde las esperanzas fugaces de un cambio futuro hasta la ansiedad de ocultar ciertas partes de nosotras mismas, la lucha con la imagen corporal se convierte en una constante en el día a día. En este continuum, las personas cuyos cuerpos divergen significativamente de los estándares estéticos enfrentan diferentes discriminaciones cotidianas.

En medio de esta batalla, en la que no hay más vencedores que una sociedad patriarcal y gordofóbica, considero crucial alzar la voz y denunciar las violencias sobre nuestros cuerpos. Y ¿qué mejor manera de hacerlo que a través del libro 10 gritos contra la gordofobia, de Magdalena Piñeyro?

 

Los 10 gritos

Magdalena Piñeyro, licenciada en Filosofía y con un Máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad de la Universidad de La Laguna, nos guía a través de un viaje transformador con su libro 10 gritos contra la gordofobia. Como co-fundadora de la plataforma digital "Stop Gordofobia", la autora es una figura destacada en el activismo gordofeminista.

En su obra, Magdalena Piñeyro comparte diez poderosos gritos que surgen de su propia experiencia, donde el dolor se transforma en rabia y esta en activismo. Tales gritos resuenan como una llamada a favor de la aceptación de las diversidades corporales en una sociedad que perpetúa la gordofobia. La intensidad de su mensaje nos recuerda las palabras de Audre Lorde: “Antes, vivía la ira en silencio, asustada por sus consecuencias. Mi miedo a la ira no me aportó nada. Vuestro miedo a la ira tampoco os aportará nada”.

Además, la autora hace hincapié en que su libro está impregnado tanto de rabia como de amor, lo que nos lleva a reflexionar: ¿Hay algo más movilizador que la ira? Esta dualidad nos recuerda que el amor y la rabia pueden ser fuerzas poderosas para el cambio.

El primer grito, titulado "Gorda no es un insulto", desafía los estigmas asociados con esta palabra, reclamando su valor y rechazando su uso como un término peyorativo. Y es que, ¿por qué gorda se ha convertido en un insulto?. Por otro lado, en el segundo grito, la autora reflexiona sobre sus propias experiencias de lucha con la imagen corporal. Destaca cómo los mensajes de amor propio individual, como "Quiérete", pueden ser contraproducentes al responsabilizar a la persona oprimida por su propia situación, pues la autoestima no es solo una cuestión de actitud. Se pone el foco en el individuo, en vez de en las estructuras de opresión que jerarquizan unos cuerpos sobre otros.

En los siguientes gritos, la autora establece que el problema es de la sociedad y no de nuestros cuerpos, y expone cómo esta sociedad occidental, bajo una aparente preocupación por la salud de las personas gordas, se convierte en una excusa para perpetuar estereotipos y prejuicios. Hace una critica a  la hipocresía de todas aquellas que dicen preocuparse por la salud de las personas gordas con frases como “ es por tu salud, deberías adelgazar” y  al mismo tiempo que las atacan con insultos y discriminación. La autora destaca ejemplos de mala praxis médica y prejuicios en el ámbito de la salud, señalando que la preocupación por la salud no es sincera, sino que se utiliza como una justificación para la discriminación.

Además, existe una ausencia de representación en los medios. ¿Cuántas protagonistas gordas vemos en las películas que consumimos? Y, en el caso de ser protagonistas, ¿se les da un papel más allá de ser simplemente la graciosa? También hace alusión la obraa que las personas gordas no tienen por qué esconder sus cuerpos. La autora se pregunta: ¿Qué hay detrás de la obsesión por tapar los cuerpos gordos? Es una forma de disimular nuestra existencia, nuestra existencia misma, concluye Magdalena. 

El libro, pues, se convierte en una herramienta crucial para otorgar voz y visibilidad a las opresiones que enfrentan las personas gordas, ya que los feminismos también deben abordar la antigordofobia. Otros recursos para seguir explorando estas perspectivas son el libro de Virgie Tovar, Tienes derecho a permanecer gorda, que ofrece una mirada perspicaz sobre el empoderamiento corporal desde una óptica gordofeminista, y (h)amor gordo, escrito por diversas autoras, que comparte experiencias personales que arrojan luz sobre la vivencia de la gordura en un mundo atravesado por la gordofobia. Concluyendo con las palabras de Magda, “No puedo ser invisible. No quiero ser invisible. No voy a ser invisible”.

 

El régimen gordofóbico como herramienta de presión política es el protagonista de este otro artículo del blog: 

https://perifericas.es/blogs/blog/gordofobia-patriarcado


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