Por Helena Batllori, licenciada en Psicología, cursando un Máster en Estudios de Género y activista por los derechos de las mujeres y de las personas refugiadas
Una de las reivindicaciones más primordiales dentro del feminismo es que las mujeres no queremos que se nos reduzca a un objeto sexual ni a nuestra apariencia física. Estamos hartas del machismo imperante en nuestra cultura, que nos cosifica continuamente.
Por otro lado, a día de hoy, cada vez es más común que, bajo el lema del empoderamiento femenino, nos encontremos contenido en las redes sociales de mujeres exponiendo sus cuerpos de forma “sexy”, marcando sus pechos y su trasero y, muy a menudo, semidesnudas. También es habitual ver mujeres que publican contenido promocionando productos de belleza, hablando sobre sus cirugías estéticas, recomendando dónde ir a hacerse las uñas, hablando sobre trucos para maquillarse, etc.
¿Qué ha cambiado? ¿Es realmente todo ello empoderamiento femenino? ¿O nos estamos cosificando nosotras mismas?
Desde una perspectiva feminista, lo que nos empodera es el hecho de elegir libremente lo que queramos. Estamos muy cansadas de que se nos diga cómo tenemos que ser y mostrarnos y, a partir de ahora, nosotras somos las que vamos a decidir de forma libre en función de lo que nos haga sentir mejor.
La clave está en quién tiene el poder en cada situación. Si una mujer toma una decisión libremente, es ella quien tiene el poder, mientras que si es una tercera persona quien decide cosificarla sin su consentimiento, es esa tercera persona quien lo ostenta. Esto es lo que ha cambiado y podría parecer entonces que, tomando nuestras propias decisiones, le estamos dando la vuelta al machismo y nos estamos empoderando. Pero, ¿basta con elegir lo que queramos para empoderarnos? ¿Es eso feminismo? ¿Qué estamos eligiendo?
Si vamos un poco más allá, nos damos cuenta de que, casualmente, estamos eligiendo “libremente” aquello que nos ha impuesto el machismo. ¿Por qué no elegimos no depilarnos? ¿Por qué la mayoría de las influencers que publican fotos en bikini bajo el lema del empoderamiento femenino suelen tener cuerpos normativos?
¿Son nuestras decisiones tan libres como pensamos?
La libre elección tiene trampa: lo que nos han enseñado está tan arraigado en nosotras mismas que lo sentimos como si viniera de dentro y no de fuera. ¿Si realmente fuéramos tan libres a la hora de decidir, no habría más diversidad? Nuestras decisiones están totalmente atravesadas por nuestra cultura. Por eso, es más fácil, por ejemplo, elegir “libremente” depilarnos que elegir no hacerlo. En muchas ocasiones, lo segundo nos incomoda y nos genera malestar. Entonces, ¿si elegimos algo porque, de no elegirlo, ello nos generaría malestar, podemos hablar de libre elección? ¿Le estamos dando realmente la vuelta al machismo o estamos invisibilizando un problema?
Si no tomamos consciencia del origen de nuestras decisiones podemos reproducir los mismos roles machistas, pero de forma más invisible, más sutil y más peligrosa, porque perdemos el foco de nuestra lucha. La mayoría de las veces, no elegimos depilarnos porque nos guste más, elegimos depilarnos porque nos vemos feas con pelos. Pero el problema no está tanto en elegir lo mismo que nos ha dicho el machismo que elijamos, sino en decir que lo estamos eligiendo libremente ya que, de esta forma, estamos tapando la causa real de nuestra elección y, por ende, no trabajamos ese malestar.
Además, y lejos de querer sonar paternalista, pero reivindicando la importancia de la educación feminista y de la responsabilidad individual, cabría cuestionarnos qué es lo que estamos reproduciendo, ya no solo en nosotras mismas, sino en nuestras compañeras más jóvenes. ¿Qué pasa con las niñas y adolescentes que consumen a diario contenido de mujeres semidesnudas o sometidas a cirugías estéticas diciendo que así se empoderan? ¿Les estamos diciendo, una vez más, que su apariencia física es lo que importa pero, esta vez, enunciado desde nuestras propias voces femeninas?
Ser conscientes de nuestro poder de elección tiene que ir de la mano de nuestro poder para cambiar las cosas y así hacerle un jaque mate definitivo al machismo.
En nuestras masterclass encontrarás numerosos contenidos sobre empoderamiento feminista y sobre la presión estética que sufrimos las mujeres: https://perifericas.es/collections/cursos/products/pack-de-41-masterclass-online