Por María Amparo Goas, estudiante de Trabajo Social y Criminología en la Universidad Pontificia de Comillas y con un curso de Género y Sexualidad con la British Columbia University
La historia del arte ha relegado a un segundo plano la aportación femenina, excluyendo así a la mitad de la población no solo del acceso a la cultura, sino también de la producción y creación de cultura.
Las mujeres hemos sido musas de hombres que han creado, pero también hemos sido creadoras no reconocidas. El arte ha sido nuestro también, a pesar de las barreras que se nos han impuesto a lo largo de la historia. El arte y la cultura que han creado las mujeres han sido distribuidos durante siglos bajo seudónimos o directamente se ha atribuido a los hombres cercanos a la artista.
El hecho de que se vincule el arte a las figuras masculinas y que la historia de la cultura solo recuerde a los hombres que han vivido su vida en torno a la creación de arte ha desincentivado que las mujeres descubran su propia faceta artística, relegando el arte hecho por mujeres a un mero pasatiempo, y no viéndolo como una posible forma de ganarse la vida. Por tanto, la figura femenina ha quedado limitada durante siglos a la única opción de musa o modelo, con la excepción de algunos nombres aislados, generalmente hijas de pintores que por eso tuvieron un acceso excepcional a los circuitos artísticos de la época.
Sin embargo, las mujeres tenemos mucho que decir respecto a la producción creativa y artística, como hemos ido demostrando durante toda la historia. La expresión artística como forma de expresión de nuestro yo más personal es una manera de revelar ante el mundo nuestra realidad como mujeres. El arte se encuentra marcado por la historia, el territorio y la cultura en la que se realiza, por lo que el arte como forma de reivindicación de la mujer en sociedad, de las desigualdades vividas y de las diferencias de género es un poderoso hilo conductor de cambio en las sociedades en las que se escucha a las artistas femeninas y su creación artística.
La importancia de la arteterapia
El arte puede ser terapéutico y, de hecho, es una vía muy potente para conseguir que se establezcan vínculos entre personas. La creación de arte compartido es una forma de potenciar la unión entre mujeres.
La sororidad es la herramienta más fuerte que tenemos como mujeres para rebelarnos y combatir el sistema patriarcal que nos quiere sumisas y enfrentadas entre nosotras. En este sentido, el uso del arte para crear comunidad y unión es una verdadera técnica de rebelión ante un sistema que nos silencia y relega a un segundo plano en la cultura, todavía a día de hoy.
Tener la posibilidad de explorar nuestras habilidades artísticas y crear cultura como forma de conocernos a nosotras mismas, empoderarnos y empoderar a compañeras con aficiones artísticas similares es una forma de tender puentes entre nosotras y conseguir que el sistema reconozca las aportaciones femeninas al igual que las masculinas. Hemos sido musas y es el tiempo de que se reconozca nuestra aportación como creadoras, pues sin duda somos parte de la cultura y de la historia, a pesar de haber sido silenciadas tanto tiempo.
El arte como terapia lleva utilizándose desde hace tiempo, tratando de entender la mente humana a través de las representaciones creativas. En este sentido, las mujeres podemos utilizar el arte y la creación artística para autoexplorar nuestras emociones y percepciones, así como para conectar con una comunidad femenina interesada por los mismos temas, fomentando la creación de vínculos de compañerismo, apoyo y empoderamiento.
El uso de la arteterapia como forma de unir a mujeres que se encuentran lidiando con situaciones de vida que reducen la confianza en sí mismas no solo consigue crear una red de apoyo, sino que también ayuda a redescubrir las incertidumbres e inseguridades a las que nos enfrentamos desde una perspectiva de género.
También en el ámbito literario las mujeres hemos sido consideradas durante siglos únicamente musas de escritores: https://perifericas.es/blogs/blog/la-paternidad-literaria-y-la-musa