POR UN NUEVO AÑO FEMINISTA

POR UN NUEVO AÑO FEMINISTA

Por Mirian del Olmo, trabajadora social especialista en mediación y Máster en igualdad de género. Intérprete en lengua de signos y apasionada de la accesibilidad

La perspectiva de género y el pensamiento feminista son el clavo ardiendo donde sostenernos. Termina un año donde seguir matándonos, infravalorándonos, violándonos y haciéndonos de menos sigue estando normalizado. La convivencia con la infravaloración de género es una violencia poliédrica que llevamos todas tan adentro que, aun atravesándonos por completo, de manera transversal individual y colectivamente, ya ni nos impide continuar adelante.

Nosotras seguimos, porque si paramos, se para el mundo.

Seguir adelante arrastras, mutiladas, abofeteadas, sangrantes…como sea. Nosotras seguimos.

Seguir unidas y acompañadas desde la sororidad, el comadreo y los cuidados es la mejor vía, y por supuesto, la más sana.

Siempre nos limpiamos el polvo de las rodillas y conseguimos volver a dar un paso adelante. Es mucho más fácil si buscas con quien compartir tropiezos, llantos y sustento.

 

Las 6 macroestructuras de discriminación

Las cifras son espeluznantes: en la segunda década del siglo XXI, en este marco pospandémico en el que capitalismo y patriarcado oprimen a sus anchas, el futuro no parece traer nada mejor para nosotras.

De arriba abajo, por despedir el año desde un prisma más macrosocial, pondremos el foco en las seis macroestructuras de poder global: el área política, la económica, el área del saber, el área mediática, la artística y la religiosa.

En el ámbito político solo unas pinceladas: la ONU está compuesta por 194 estados miembros, de los que tan solo 31 tienen en la Jefatura del Gobierno o del Estado a mujeres. El 84% de las presidencias están ocupadas por hombres. De estos 31 estado, solo 3 cuentan en la Jefatura de Gobierno y en la de Estado con una mujer en cada cargo, es decir, que sobre el techo de cristal político a nivel mundial el 90% de jefaturas estatales y gubernamentales están ocupadas por varones.

En cuanto al área económica, si nos fijamos en el caso español y en su Ibex, formado por treinta y cinco empresas, obtenemos el dato de que tan solo cinco de ellas están lideradas por mujeres. De ellas, dos han llegado al puesto por herencia del legado familiar. ¿Qué lectura se obtiene de estas cifras? Nada nuevo bajo el sol: los puestos de dirección empresarial en España que ocupamos las mujeres siguen siendo algo anecdótico y profundamente atravesado por la discriminación de género.

En cuanto al ámbito académico los números no son mucho más alentadores. En las universidades españolas más del 70% de puestos de decanato están ocupados por ¿lo adivinas? Sí, hombres, efectivamente.

Los medios de comunicación, el espacio en los museos y en la representación religiosa siguen estando también con la balanza en nuestra contra. Sumado a esto, las mujeres en el ámbito personal y a lo largo de toda nuestra vida padecemos mayor violencia física, psicológica y simbólica. Nosotras somos los sujetos sociales que recibimos menor respeto, ocupamos y sostenemos los mayores índices de pobreza a nivel global y estamos sometidas a condiciones de vida más difíciles por el mero hecho de ser mujeres.

Por todo esto, cuando en cualquier situación o espacio al expresar tu malestar se te tache de exagerada o te sientas incomprendida, no se te ocurra callarte. No podemos retroceder más, es un tema de justicia social universal intentar alcanzar la paridad. Tras siglos y siglos de ser asesinadas, quemadas por brujas, sometidas al silencio y despojadas de nuestros derechos tenemos que ser conscientes de que somos las que sufrimos la violencia y reaccionar frente a ella.

Busca compañeras, únete a asambleas, organiza el 8M con tus amigas, lee sobre feminismo, intercambia información, cuestiónate contextos, roles y situaciones.

Nada cambia si no hacemos que cambie.

Mucha entereza, salud y feminismo para el 2023.

 

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