Por María Jesús Chaparro Egaña, madre, socióloga y feminista. Investigadora y consultora en igualdad de género
Parece evidente que una de las salidas a las desigualdades que viven las mujeres es la corresponsabilidad dentro del hogar. La corresponsabilidad puede definirse como el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres.
Pero para que esta corresponsabilidad se desarrolle y las familias, independientemente de su composición, tengan la oportunidad de ser corresponsables, es necesario que se ejerzan roles sociales y responsabilidades públicas asimismo por parte de otros actores de la sociedad: es decir, que exista una corresponsabilidad social. Y ello resulta a menudo muy complicado en el marco de los contextos patriarcales en los que seguimos viviendo.
Es necesario avanzar hacia un mercado laboral con mayor compromiso con la calidad de vida de las personas, no sólo desde la generación de medidas y políticas de conciliación en momentos puntuales o de cara a la galería, sino también desde verdaderas apuestas por la igualdad.
En ese sentido, algunas fórmulas para que empresas y organizaciones pueden colaborar con la corresponsabilidad podrían ser las siguientes: potenciar el talento femenino, diseñar medidas de flexibilidad de entrada y salida, permitir el teletrabajo, facilitar las jornadas intensivas, entregar beneficios sociales…
Todo ello, sin duda, mejoraría notablemente la calidad de vida de las plantillas y su implicación con las entidades y empresas en las que se insertan. Pero probablemente lo esencial es fomentar la equidad en el uso de estas medidas de conciliación y prevenir que las mujeres sean las que mayormente las empleen, reduciendo sus jornadas de trabajo o renunciando a sus puestos tras la maternidad, lo cual evidentemente repercute de manera directa en sus salarios (a la baja) y sus posibilidades de ascenso dentro de los entramados organizacionales. Fomentar y animar a los hombres a usar dichas medidas puede ser la clave para un cambio significativo hacia una creciente corresponsabilidad de las familias.
Esto es relevante porque los efectos que puede tener para las mujeres no abordar la equidad se relacionan con seguir reproduciendo lógicas de discriminación y roles de género asociados al cuidado y al trabajo doméstico.
Empresas comprometidas con la igualdad
Experiencias de organizaciones que avanzan en medidas diseñadas desde la corresponsabilidad social permiten comprobar que aquellas que apuestan por esta transformación de la cultura organizacional aumentan los índices de satisfacción por parte de trabajadores y trabajadoras, el clima laboral mejora, y, además, se transforman en espacios laborales más eficientes y con mayor cohesión interna. En definitiva, logran que sus plantillas presenten un mayor y mejor compromiso hacia la propia organización.
El llamado es a apostar por cambios culturales que permitan replantearse la manera en la que entendemos la relación trabajo, vida personal y familiar desde la igualdad y equidad de género y también desde el bienestar, donde exista una mayor cultura de conciliación, donde quienes lideran equipos de trabajo incorporen una mirada interseccional, que genere relaciones de confianza y diálogos sociales para avanzar en construir propuestas que respondan a necesidades e intereses mutuos.
Por último, para que las personas puedan conciliar en la lógica de corresponsabilidad, necesitamos cada vez más organizaciones comprometidas y sensibles a la igualdad de género, que apuesten por la equidad entre hombres y mujeres, que asuman compromisos sociales, que comprendan que la conciliación es parte del desarrollo humano de todas las personas y que preocuparse por la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras es una apuesta de justicia y bienestar.
La brecha salarial de género es uno de los problemas que podrían reducirse apostando por una verdadera corresponsabilidad social: https://perifericas.es/blogs/blog/brecha-salarial-de-genero