Por Alicia G. Vadillo, pedagoga social, coach y docente de PeriFéricas
La sociedad actual se encuentra en constante cambio y la escuela debe renovarse y dar respuesta a las necesidades planteadas desde un plano de libertad, igualdad y respeto entre hombres y mujeres, desde una perspectiva co-educativa. La coeducación es un método de intervención educativo que parte del principio de la igualdad y la no discriminación por razón de sexo. Co-educar es educar a niños y niñas de la misma manera, y no hacerlo de modo diferente según su sexo. Se entiende la igualdad como una relación de equivalencia, en la que todas las personas tenemos el mismo valor, y a este nivel somos iguales, lo cual no implica que tengamos la misma identidad. La igualdad admite diferencias, pero no desigualdades. Desde la coeducación podemos contribuir a la construcción, a través de la educación, de una sociedad basada en los valores de igualdad y no discriminación por razón de sexo. De la misma manera podemos colaborar a través de una labor continua de sensibilización y formación a erradicar conductas y actitudes sexistas. Desde la perspectiva de la coeducación, podemos fomentar procesos de transformación y construcción de nuevas realidades en relación al género a partir de la vivencia a través de otros modelos, personales, familiares, con el grupo de iguales, fuera y dentro del centro.
¿Cómo fomentar la igualdad de género a través de la coeducación?
Es imprescindible generar espacios de reflexión y acompañar a las personas más jóvenes a la hora de reflexionar sobre los valores en los que hemos sido educados y que nos sigue transmitiendo todo nuestro entorno, la familia, los medios de comunicación, etc. y sobre todo diseñar actividades que consigan un replanteamiento y un nuevo enfoque de estos valores, fomentando actitudes más igualitarias. Existe discriminación hacia la mujer en los diferentes ámbitos de nuestra vida, y por ello es importante debatir los estereotipos vigentes en nuestra sociedad, que adjudica roles personales y laborales y expectativas diferentes en función del sexo, así como emocionales. La educación y la socialización en la igualdad, la educación de la afectividad para chicos y chicas sin discriminación, fomentar los buenos tratos entre iguales y compartir los mismos valores sin sesgos sexistas, son pilares básicos en los proyectos co-educativos. Hoy en día se percibe una corriente de renovación pedagógica, con ganas de transformar la realidad y que promueve la igualdad.
Los retos de la coeducación
Aun así, persisten y se refuerzan valores sexistas y discriminatorios. Los chicos, ante la inexistencia de nuevos referentes igualitarios positivos, se están reforzando en las ideas de fuerza, rivalidad e imposición que conforman el modelo tradicional de masculinidad. Las chicas no ven suficientemente reforzadas sus posiciones frente a los valores tradicionales sexistas. Se continúan fortaleciendo los valores tradicionales, de tal modo que las chicas y chicos más proclives a los valores igualitarios son poco valorados entre el resto de estudiantes. Queda mucho camino por recorrer, siendo preciso pasar de la igualdad legal a la igualdad real en los distintos ámbitos sociales. La educación no sexista no solo conduce a una mayor igualdad dentro del aula, sino que mejora también la calidad de enseñanza en todos los sentidos. En definitiva, la co-educación tiene como objetivo fomentar la transformación cultural en todas sus dimensiones e impulsa la adquisición de nuevas actitudes que potenciarán un progresivo desarrollo personal y social construido sobrecriterios de corresponsabilidad, donde exista la igualdad de oportunidades y el desarrollo personal independientemente del sexo, con modelos que no se sujeten a arquetipos heredados injustos y jerárquicos.
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