Kahina blog PeriFéricas Escuela de feminismos alternativos

KAHINA, EL MITO DE LA REALIDAD

Por Karima Ziali, licenciada en Filosofía y Máster en Investigación antropológica y sus aplicaciones. Actualmente está centrada en escribir su primera novela y colabora con diferentes publicaciones online con artículos centrados en las sociedades musulmanas europeas y la sexualidad dentro de estos contextos

Kahina es el nombre con el que se despierta en seguida la memoria del mito entre la población amazigh (bereber) del norte de África: fue la mujer que lideró la resistencia contra los musulmanes. Allá por el 650 d.C., cuando el Islam llamaba a las puertas del Magreb en nombre de un dios único, se encontró con que debería desenvainar la espada si quería afianzar su mensaje en esas tierras.

Ibn Jaldun habla en su obra Historia de los beréberes y de las dinastías musulmanas del África septentrional de la existencia de un líder que logró reunir a todas las tribus de los territorios de la Berbería central y oriental del Magreb con el objetivo de frenar la expansión de los árabes. Por supuesto, las noticias que llegaban de otros lares eran claras: pactar o luchar. Este primer jefe bereber, Kusaila, buscó una suerte de coalición romano-bereber para resistir al ejército de creyentes musulmanes liderados por el general árabe Uqba ibn Nafi. No olvidemos que Roma tenía sus colonias en el norte de África en aquel entonces y dominaba el comercio mediterráneo en ambas orillas.

Muerto Kusaila, aparece en escena Kahina, que toma el relevo y dirige la resistencia contra la expansión del Islam. Dado que en esa zona habitaban tribus judías, no sería de extrañar que la misma Kahina lo fuera. Esta es la hipótesis que baraja Gisèle Halimi en su libro La Kahina (2006). Pero las teorías son múltiples y algunos historiadores consideran que más bien debió ser pagana o quizás, por qué no, cristiana.  

En todo caso, esta controversia solo nos habla del contexto histórico en el que vivió Kahina. Existía una convivencia entre cristianos (recordemos por ejemplo a San Agustín de Hipona, cristiano y bereber), judíos, paganos y grupos tribales con practicas y cultos que se han perdido en el curso del tiempo. Toda esta amalgama era la huella de un territorio en el que las identidades se reformulaban constantemente.

 

La guerra de Kahina contra el Islam

El nombre de Kahina proviene del árabe (al-kāhina) que significa “adivina, vidente”, pero también “sacerdotisa”. Era habitual para los árabes hacerse acompañar por videntes en los campos de batalla. Resultaba imprescindible para evocar desde lo sobrenatural una estrategia que les hiciera vencedores. Si por el contrario no sucedía lo predicho, siempre se podría señalar a alguien…

Los árabes vieron en Kahina a una mujer excepcional y entendieron que el éxito de sus campañas solo podía deberse al poder divino de pronosticar el futuro. En el 689 d.C. las tropas de Kahina lograron hacer recular a los árabes hasta la Cirenaica (norte de Líbia). Con este éxito, Kahina parece que decide buscar descanso en su Aurés natal (hoy ubicado en Argelia). No tardan en enredarse los hilos de las confabulaciones y de las traiciones por parte de personas muy cercanas a ella misma, que terminan por abrirle las puertas del Magreb a los Omeyas. Uno de los trances más difíciles de digerir para esta guerrera fue el papel que jugó en toda esta historia su hijo adoptivo Khaled, un prisionero árabe al que acogió en su hogar y que se dedicó a informar a los musulmanes de todos los planes de la propia Kahina. Ya anciana, según algunos datos históricos, dedica sus últimas fuerzas a luchar contra los árabes.

Creo que a pesar de disponer de un material histórico escaso sobre Kahina, se hace sencillo pensar en el sentimiento de pérdida de un mundo conocido, familiar; de ver cómo una fuerza desconocida viene a modificar el lugar que una ha habitado y donde ha aprendido a llamar a las cosas por su nombre, que a partir de entonces, serán apodadas con otra lengua y bajo otro dominio.

Kahina cayó en combate sin dejar más rastro que el mito que la envuelve. Supuestamente el Anfiteatro de Thysdrus (actual El Djem, Túnez) presenta todavía las cicatrices de esa última batalla donde perdió la vida. Algunos afirman que fue decapitada y su cabeza llevada al califa Omeya; desde luego, si fuera así, Kahina se había convertido en una pesadilla para el ejército musulmán y su muerte debió ser un trofeo digno de exhibición.

La leyenda está tan viva que en el Aurés podemos encontrar una considerable cantidad de lugares que llevan el nombre de Bîr-el-Kahina (Oasis de Kahina). Allí, todo guía turístico, si es bien dado a contar historias, hablará de una guerrera bereber que combatió, espada en mano, contra los invasores árabes.

A todo esto, el verdadero nombre de Kahina, fue Dihya o Dahya. Pero bien poco se recuerda este nombre, “la hermosa gacela”, y en cambio todo el mundo reconoce Kahina, bautismo externo de una nomenclatura que seguramente le sería ajena a la misma guerrera. El personaje creado en torno a esta líder que ha hecho correr ríos de tinta, especialmente por parte de los historiadores y fabuladores franceses, ha permitido crear un imaginario, a día de hoy, muy presente en los discursos acerca de la realidad norteafricana: la mujer bereber como irreductible frente a la civilización árabe, como elemento indómito sobre el que no se puede someter ni la ley más justa de todas las leyes; la divina. Es esta una forma de definir al “otro”; naturaleza rebelde incapaz de ver las bondades que, por descontado, solo pueden provenir de fuera.

Kahina, una ilusión, un espejismo en el desierto que refleja, en su deformación histórica, la verdad que queremos contar sobre los hechos que nunca son acontecimientos, sino detalles que, sumados, narran la vida de la pequeña humanidad. Por eso he tomado a Kahina como punto de partida, porque su mito habla de la historia de todas las personas que no la han contado, incluida ella.


En nuestro Itinerario humanístico te ofrecemos diversas formaciones que recuperan voces y nombres de mujeres inspiradoras como Kahina: https://perifericas.es/pages/itinerario-humanstico

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.