GÉNERO, COLONIALISMO Y MODERNIDAD

GÉNERO, COLONIALISMO Y MODERNIDAD

Por Lara Rodríguez Pereira, graduada en Estudios Internacionales y estudiante de Máster en Cooperación al Desarrollo, con enfoque en género, derechos humanos y procesos de desarrollo

El género entendido como propone la investigadora Joan Wallach Scott  se configura como un elemento determinante y básico de las relaciones sociales y de poder en el espacio occidental, y como tal es exportado a través de la colonización hacia otros territorios. Estas dos definiciones simplistas hombre y mujer subyacen a las políticas imperialistas que se emprenden en el siglo XIX. Encontramos la justificación en torno al imperialismo a través de discursos de poder repletos de valores de la masculinidad, como el vigor físico y la racionalidad superior, frente a las naciones colonizadas, calificadas de perezosas y pasionales, cuyos varones están faltos de virilidad. El colonialismo europeo de la segunda mitad del siglo XIX en adelante impone sobre los sujetos colonizados nuevos modos de vida y de organización social. Así, entendemos género, raza y clase como una interrelación necesaria que estructurará las jerarquías dentro del orden liberal. 

De esta forma, las concepciones en torno a “lo que es” y “lo que debe ser” una mujer se han construido históricamente desde Occidente. Estos atributos son además compartidos con aquellos que se presuponen inherentes a los sujetos colonizados: menores de edad e irracionales por incapacidad y, consecuentemente dependientes del hombre blanco. Por el contrario, la “civilización” que los europeos traen consigo simboliza la razón, el progreso, la educación o la capacidad. Ya desde el siglo XVIII Europa defiende que sus modelos asociados a la corporeidad y la diferencia sexual basada en los genitales —en suma, en un hondo determinismo biológico— son los correctos. Esto pasa por desterrar la noción de que existen ontologías paralelas.

 

Oyèrónkẹ Oyěwùmi y la invención del género

La Carta de Principios Feministas para las Feministas Africanas que se plasma en el contexto del Foro Feminista Africano en el año 2006 en Accra (Ghana), refiere que «(sus) luchas actuales como feministas africanas están directamente vinculadas a (su) pasado como continente, a los contextos precoloniales, a la esclavitud, la colonización, las luchas de liberación, el neocolonialismo, la globalización… Los Estados africanos modernos se construyeron a espaldas de las feministas africanas, que lucharon junto con los hombres para la liberación del continente».

Oyèrónkẹ Oyěwùmi es una académica, escritora y profesora feminista nigeriana que escribió en el año 1997 su célebre obra The invention of women. Ella toma como ejemplo el caso del pueblo Yorùbá para denunciar cómo en esta comunidad el género simplemente no era un principio organizador antes de la llegada de los colonizadores. Solo tras la colonización se implantó un sistema de dominación a través del cual las mujeres comenzaron a ser definidas a través de su relación con los hombres, sustituyendo la organización previa, regida por la antigüedad.

Oyěwùmi denuncia el carácter construido de la cultura africana producto de la experiencia colonial. En esta cultura de la impunidad caracterizada por su carácter violento y opresivo, los sujetos masculinos ,mantienen a las mujeres en una posición de subyugación. La académica reclama una libertad colectiva arrebatada a través de la dominación colonial. La naturaleza patriarcal y capitalista de la modernidad se reproduce a través de la patología que la autora describe como “el hombre moderno”, que reproduce los modelos de acumulación hegemónicos para incluir ahora a la familia y las mujeres. 

Desde Latinoamérica, la filósofa argentina María Lugones propone el concepto de colonialidad del género como un rico marco de análisis para estudiar la construcción de nuevas identidades genderizadas y racializadas que interseccionan a su vez. Subraya la idea de que la colonización lleva a cabo una alteración de la noción del yo y de las relaciones con otros. Esto es, la consagración de los conceptos de raza y género a través de una oposición binaria y una jerarquización de las categorías sociales. Ella expone que “para las mujeres, la colonización fue un proceso dual de inferiorización racial y subordinación de género”. 

Si quieres aprender más sobre el deseo como constructo colonial y racista, seguro que te encantará esta entrada de nuestro blog: https://perifericas.es/blogs/blog/el-deseo-como-constructo-colonial-y-racista

 

 

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.